El aeropuerto de LaGuardia está situado en el distrito del Queens. Es uno de los tres aeropuertos que dan servicio a la ciudad de Nueva York. Complementa la oferta del Aeropuerto de Newark y del Aeropuerto JFK. Como nota curiosa, no recibe vuelos internacionales porque no hay instalaciones de control fronterizo.
Su origen se fecha en 1939, cuando abrió sus puertas a los vuelos comerciales. Durante las décadas posteriores, sufrió diversas modificaciones. Creció de manera progresiva y sus instalaciones se modernizaron de igual manera. Delta Air Lines es la principal aerolínea que opera en el aeropuerto.
Cuenta con cuatro terminales (A, B, C y D) conectadas por autobuses y pasarelas. Durante los últimos años han sufrido diferentes reformas para mejorar las instalaciones.
Cómo llegar del Aeropuerto de LaGuardia a Manhattan
Ninguna línea de metro llega directamente hasta las terminales del aeropuerto. Por lo tanto, para llegar hasta Manhattan es bueno combinar metro y autobús. Hay que tener en cuenta que la línea 7 de metro es la más cercana. Ésta atraviesa el Midtown y termina en Hudson Yards. Para llegar hasta dicha línea, hay que coger el autobús Q48 (terminales B, C y D) y parar en la estación de la calle 111. La línea Q33 sale de Ditmars Blvd con la calle 94 y para en Roosevelt Avenue con la calle 82.
Otra opción es ir a la estación de Jackson Heights – Roosevelt Avenue. Se trata de una estación con varias líneas de metro: 7, E, F, M y R. Para llegar hasta allí hay que coger el autobús Q47 en la terminal A o el Q70 SBS en las otras tres terminales. La ventaja es que esas 5 líneas de metro llegan hasta más sitios de Manhattan.
Si no queremos usar el metro y solo queremos usar el autobús, también podemos llegar hasta Manhattan. Siempre hay que tener en cuenta las complicaciones del tráfico. En este caso, la línea M60 SBS (terminales A, B, C y D) llega hasta la calle 106 con Broadway Avenue. Es mucho trayecto por carreteras y calles y queda muy al norte de Manhattan.
En cuanto al precio, depende de varios factores. Lo lógico es adquirir una MetroCard, que hará que movernos por Nueva York nos salga más barato. Dependiendo de la tarjeta que adquiramos, las tarifas serán más baratas o más caras.
