Una granja de la zona se convierte en Madison Cottage, llamada así por el presidente James Madison. Éste es el nombre que ha permanecido hasta nuestros tiempos. A mediados de siglo, el parque abre oficialmente sus puertas al público. Poco después, el brazo y la antorcha derechos de la Estatua de la Libertad se exhiben durante 6 años. El objetivo era recaudar fondos para completar la construcción de la estatua.
En el siglo XX el parque empieza a rodearse de edificios de gran altura. El primero que apareció fue el Flatiron Building en 1902. También se exhibió el primer árbol de Navidad de la ciudad en este parque. En 1923 se inauguró el Eternal Light Flagstaff.
En las siguientes décadas, apenas hubo acontecimientos que contar. Sin embargo, a finales del siglo XX hubo ciertos cambios en el parque. Tras décadas de abandono, la Fundación de Parques de la Ciudad lanzó la Campaña por el nuevo Madison Square Park. Se revitalizó todo el parque, su fuente y sus estatuas. Se restauraron con cuidado hasta alcanzar su antigua gloria. También se instalaron nuevas puertas de enlace, caminos, iluminación y una piscina reflectante.
Cómo llegar al Madison Square Park
Se puede llegar cómodamente en metro, ya que hay cuatro estaciones cerca. La primera es la de 23 Street Station, donde paran las líneas R y W. Estas mismas líneas paran en 28 St Station, que tiene otra parada con Park Avenue. Por allí pasa la línea 6. Esta misma línea para más al sur, en 23 Street Subway.
También se puede ir en autobús, ya que hay varias paradas en la zona. Tanto en la Quinta Avenida como en Park Avenue, diversas líneas nos acercan al museo. Por ejemplo, BM1, BM2, BM3, BM4 y BxM18 paran en la Quinta. Y las líneas X63, X64, X68, BxM8 y QM21 paran en Park Avenue.